jueves, 24 de mayo de 2012

¡¡Quiero una mascota!!


Los animales son buenos amigos, no hacen preguntas y tampoco critican.
George Eliot


Ahora que se acerca el final del año escolar, son muchos los padres que prometen a sus hijos refuerzos "extremos" creyendo que quizá por esa vía los niños hagan un esfuerzo final y consigan superar el curso.  Algunos hasta se atreven a perjurar que si aprueban todo, les regalarán la ansiada mascota, por fin.

Está comprobado que las mascotas son una fuente de bienestar psicológico para los niños que además contribuye a desarrollar su sentido de la responsabilidad y a una mejora también para socializar. Aprenden a respetar a otros seres vivos y a la Naturaleza en general. Cuidar de una mascota enseña a los niños a ser más compasivos y empáticos y ayudan también a aumentar la autoestima y la confianza en sí mismos.

Pero esta decisión no es baladí y debe ser consensuada con todos los miembros de la familia, porque va a formar parte de dicha familia y todos deben tomar conciencia de ello. Además, decidir el tipo de mascota es fundamental: no todas requieren los mismos cuidados, la "educabilidad" es diferente dependiendo del animal, el vínculo emocional que se genera también cambia...
Los niños deben tener claras las necesidades de sus mascotas para saber si están dispuestos a satisfacerlas, y básicamente son: alimentación, salud, limpieza, cariño y ocio.



Como expresa la cita que os he propuesto al principio, los animales son una gratísima compañía. Nos aceptan como somos, no nos juzgan y desean estar con nosotros a pesar de nuestros defectos. Se sabe que son fantásticos aliados en muchas terapias con personas mayores, niños autistas o con alguna discapacidad (en otro post os hablaré de lo mucho que aprendí en un fascinante curso de delfinoterapia con niños con síndrome Down y autistas). Los animales son necesariamente intuitivos y distinguen mucho mejor que nosotros mismos nuestros cambios bioquímicos: olores, tonos de voz, gestos...ellos saben siempre cómo comunicarse.

Pero a veces no es posible tener un animal en casa (ya sé, ya sé que algunas me direis que con los maridos teneis bastante...¡¡es broma!!) y es necesario hacerles entender a los niños la responsabilidad que conlleva en todo momento, es bueno que reflexionen sobre lo que harían con ellos si nos vamos de vacaciones o si se ponen enfermos para que sean partícipes de dicha responsabilidad cuanto antes...¡¡no puede ser que se sigan abandonando tantos animales cada año!!



Las mascotas ocupan un espacio físico y emocional muy importante en el hogar, pero como en todos los ámbitos y en toda las relaciones, resulta imprescindible marcar unos límites precisos por higiene y educación del animal. Los niños deben ir entendiendo que no es un juguete, sino un ser vivo con necesidades sobre el que hay que ejercer una responsabilidad aunque también pueda jugar y comunicarse con él. Dependiendo de la edad, se les pueden ir asignando tareas en relación a la mascota: estar pendientes de cuando les falta comida y agua, sacarlos a pasear, asearlos, etc.

Los beneficios de vivir con mascotas no sólo son psicológicos, también fortalecen el sistema inmunológico e impulsan el desarrollo cognitivo, comunicativo e intuitivo de los niños. Acariciar o simplemente cuidar de una mascota (hámster, canario, tortuga...) reduce el estrés y la ansiedad, les ayuda a superar miedos y empiezan a comprender las fases de la vida: nacimiento, crecimiento, reproducción y muerte. Por eso también nos ayudan a educar.

En este video podemos observar la paciencia infinita de un gato (los que los tenemos sabemos que no suele ser su mayor cualidad) con una bebé muy cariñosa...
El felino paciente

5 comentarios:

  1. Me ha encantado el texto...y las fotos ;)

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    1. Gracias Lucía, ¿verdad que son bonitas? Es que los modelos son bastante buenos... ;-)

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  2. Es un post precioso, pero despues esta la realidad. Yo fui de las de "si apruebas todo..." y lo aprobo!!! el unico año!!! asi que me vi obligada, por supuesto, no suelo faltar a mis promesas. Llego el perrito a casa, mientras que fue un cachorrito, muy bien, cuando crecio, se acabo la ilusion, asi que el perrito, MI perrito, para su padre y para mi, si, le hace caricias, pero no se responsabiliza, uno porque no le interesa, dos, porque tampoco le quito horas de clases o concentracion para que estudie, al final, tengo un precioso cocker que se llama caramelo!!!

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    1. Mamaencrisis, suponía que alguna mami me iba a decir que contaba utopías, pero lo cierto es que lo he contado también desde la experiencia en casa. Claro que al final los padres nos llevamos la mayor responsabilidad, al fin y al cabo son niños, pero lo que he vivido y he visto es que la mayor parte de los niños que crecen con una mascota, sienten mucha más empatía y compasión por los demás seres vivos. Nuestra labor es responsabilizarles de TODO lo que les incumbe en casa, desde el cuidado de la mascota hasta poner la mesa o sacar la basura. Las pequeñas responsabilidades de ahora les harán conscientes de las que les traiga la vida.
      A mi no me gustaban mucho los gatos y te aseguro que no quería más trabajo en una casa tan pequeña... al final estoy como loca con él!!

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  3. En casa tenemos perro,cuando llegó JAZZ,estabamos todos ilusionados, pequeños y grandes ,nos gustan mucho los animales, y desde luego coincido en que les va fenomenal en todos los aspectos en tener una mascota.
    Y yo también estoy como loca con él, es un miembro más de la familia, sin ninguna duda.

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